Aquí se ven los pedazos de cemento ya quebrados. Después hice una zanja profunda, y metí los pedazos de escombro. Con el cemento ya quebrado en pedazos pequeños y enterrado bien hondo, el agua puede drenar con facilidad, y los escombros hasta facilitan el drenaje. De esta manera resolví dos problemas de uno solo: los clientes no tuvieron que pagarle a alguien para que se llevaran el escombro, ni tuvieron que comprar tierra para rellenar el hueco.